La acupuntura y la moxibustión son modalidades de la Medicina Tradicional China que no sólo están ampliamente extendidas en este país, sino también en el Asia Sudoriental, Europa y América.
La acupuntura y la moxibustión sostienen que el cuerpo humano es un pequeño universo unido por canales que, mediante una estimulación física del acupuntor, pueden estimular las funciones de autorregulación del organismo y sanar a los pacientes. Esta estimulación se efectúa quemando abrótano (moxa) o insertando agujas en determinados puntos de esos canales para restablecer el equilibrio del cuerpo y tratar y prevenir las enfermedades.
En la acupuntura, las agujas se seleccionan en función de las condiciones del paciente y se usan para pinchar los puntos escogidos y estimularlos. El aprendizaje de la acupuntura y la moxibustión se efectuaban mediante instrucción verbal y demostraciones, y se transmitían de maestros a discípulos o entre los miembros de un clan. Actualmente, las técnicas de acupuntura y moxibustión se transmiten por medio de la enseñanza formal impartida en centros universitarios.
La UNESCO, la declara Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
En el año 2010 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), inscribió a la Acupuntura y la Moxibustión dentro de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La lista se compone de las expresiones que ilustran la diversidad del patrimonio inmaterial y contribuyen a una mayor consciencia de su importancia.
- La acupuntura y la moxibustión son conocimientos teóricos y prácticos transmitidos de generación en generación, que las comunidades chinas del mundo entero consideran parte integrante de su patrimonio cultural inmaterial.
- Su inscripción en la Lista Representativa podrá contribuir a la sensibilización a la importancia de la medicina tradicional en el mundo entero y, al mismo tiempo, propiciar los intercambios culturales entre China y otros países.
- Existe un conjunto de medidas de salvaguardia, aplicadas actualmente y previstas para el futuro, que tienen por objeto proteger y promover este elemento, y el Estado, las comunidades y los depositarios de los conocimientos se han comprometido a aplicarlas.
- En el expediente de candidatura se demuestra que los profesionales de esas prácticas han participado en su elaboración y han otorgado su consentimiento libre, previo y con conocimiento de causa.
- La acupuntura y la moxibustión están inscritas en la Lista Nacional del Patrimonio Cultural Inmaterial administrada por el Departamento del Patrimonio Cultural Inmaterial del Ministerio de Cultura.
La OMS reconoce su eficacia
En 1979 la Organización Mundial de la Salud reconoció la eficacia y la seguridad de este método y publicó una larga lista de padecimientos que pueden ser tratados por Acupuntura.
La OMS reconoce desde 1979 a la acupuntura como eficaz para el tratamiento de al menos 49 enfermedades y trastornos, lista que se ha ampliado gracias a la investigación en los años siguientes.
Reconocimiento internacional de la acupuntura
Esta disciplina cuenta con reconocimiento oficial en muchos países. En Brasil, es especialidad médica reconocida; en Colombia, es reconocida por la Seguridad Social; en Chile y Cuba, la Acupuntura está incorporada en su Sistema de Salud Pública; en Europa, Japón, Estados Unidos, México y Canadá su práctica está rigurosamente regulada en sus respectivos países. el 90% de los servicios de tratamiento del dolor del Reino Unido y el 70% de Alemania incluyen la acupuntura entre los tratamientos que dispensan.
En la República Popular China, cuna de la Acupuntura , la duración de la formación académica de Médico Acupuntor es de 6 años, ya que se incluyen en sus planes de estudio la totalidad del conocimiento de la Medicina Tradicional y la Medicina Moderna (Occidental, Hipocrática o Alópata). Y existen numerosos hospitales especializados en la Acupuntura clínica, como en los Hospitales Universitarios de las provincias de Beijing y Yunnan.
Harvard defiende la acupuntura para tratar el dolor
La doctora Helene Langevin, experta en neuroquímica y profesora en la facultad de Medicina de la Universidad de Harvard y directora del Centro Osher para la Medicina Integrativa, ha escrito un artículo en defensa de la eficacia de la acupuntura en la web del prestigioso centro académico.
El texto lo ha escrito en colaboración con la doctora Carolyn A. Bernstein, neuróloga especializada en el dolor de cabeza. Ambas doctoras reconocen que es fácil ridiculizar una terapia oriental con miles de años de antigüedad, que parece más cercana a la magia que a la ciencia, pero aseguran que las evidencias científicas acumuladas a lo largo de los últimos 10 años demuestran que la acupuntura funciona. Langevin y Bernstein mencionan, por ejemplo, un metaanálisis de 2012 que combinó datos de aproximadamente 18.000 pacientes en 23 ensayos de alta calidad.
El estudio concluyó, prácticamente sin posibilidad de error, que la acupuntura produce efectos reales en el tratamiento de los dolores lumbares, de cabeza y de osteoartritis. Asimismo, que las mejoras fueron cuando menos similares a las de los medicamentos analgésicos no opiáceos más utilizados, con la ventaja de que apenas produce efectos adversos cuando la aplica un profesional capacitado.
La acupuntura también se ha demostrado eficaz para reducir la presión arterial y para mejorar de manera duradera la función cerebral. «La práctica de la acupuntura se ha convertido en una importante opción no farmacológica que puede ayudar a los pacientes con dolor crónico a evitar el uso de medicamentos potencialmente dañinos, especialmente los opiáceos con su grave riesgo de adicción», escriben las doctoras.
Para ellas se debería reconocer que la acupuntura puede ser «parte de la solución al inmenso problema del dolor crónico y de la adicción a los opiáceos que está afectando a nuestra sociedad».
«El hecho de que esta solución provenga de una práctica antigua con una base teórica que la ciencia moderna no entiende por completo debería hacerla aún más interesante y digna de nuestra atención», señalan. «Los médicos deben aprender sobre tratamientos alternativos sin medicamentos y responder a las preguntas y preocupaciones de los pacientes con conocimiento y respeto».