Se trata de la Escutelaria China (Scutellaria baicalensis), también conocida en la medicina china como Huang Qin, que se utiliza tradicionalmente como un tratamiento para los problemas de fiebre, hígado y pulmón. Investigaciones previas sobre esta planta, han demostrado efectos antivirales y antioxidantes que tienen ciertos compuestos llamados isoflavonas, que se encuentran en las raíces de esta planta.
Una nueva investigación dirigida por la profesora Cathie Martin, del Centro John Innes (centro de investigación internacional e independiente de excelencia en ciencias de las plantas, genética y microbiología en Norwich, Reino Unido), ha puesto de manifiesto cómo esta planta utilizada en la Medicina Tradicional China produce compuestos que pueden ayudar a tratar el cáncer.
En modelos animales vivos, las flavonas de las raíces de la Escutelaria han frenado el crecimiento del tumor, ofreciendo esperanza de que algún día podría conducir a tratamientos eficaces contra el cáncer.
Los efectos de la escutelaria también se han considerado como una opción prometedora para el desarrollo de medicamentos terapéuticos contra las encefalopatías espongiformes transmisibles que pueden ocasionar la pérdida de neuronas y función sináptica. Estos describen a las enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y Alzheimer.
Las preparaciones de escutelaria han brindado un beneficio terapéutico también en el tratamiento contra la ansiedad. Además, la escutelaria china tiene propiedades antihistamínicas, tradicionalmente utilizadas para tratar la rinitis alérgica, asma y eczema. La escutelarina también ha demostrado propiedades antibacterianas In Vitro y propiedades antiinflamatorias In Vivo.
El misterio de la estructura molecular
Las isoflavonas en general están relativamente bien estudiadas y comprendidas. Sin embargo, las flavonas beneficiosas que se encuentran en las raíces de Huang-Qin, como wogonin y baicalin, son diferentes: un grupo -OH (hidroxilo) desaparecido en su estructura química dejó a los científicos intrigados sobre la forma en que se fabricaron en la planta.
Cathie Martin, autora principal del artículo publicado en Science Advances, explica que muchas flavonas se sintetizan utilizando un compuesto llamado naringenina como bloque de construcción. Pero la naringenina tiene un grupo hidroxilo unido a ella, y no hay ninguna enzima conocida que lo quite para producir las flavonas que encontramos en las raíces de Huang-Qin».
Trabajando en colaboración con científicos chinos, Martin y su equipo exploraron la posibilidad de que las flavonas específicas de la raíz de Huang-Qin se produjeran a través de una vía bioquímica diferente. Paso a paso, los científicos desenredaron el mecanismo, que implica a nuevas enzimas que producen flavonas utilizando un bloque de construcción diferente llamado crisina. Conocer esta vía debería ayudarnos a producir estas flavonas especiales en grandes cantidades.
Medicina Tradicional China para el futuro
El interés en los remedios tradicionales ha aumentado exponencialmente en China desde que Tu Youyou fue galardonada con el Premio Nobel de Medicina en 2015 por su trabajo con la artemisinina para la malaria. Tal y como expuso Tu Youyou durante las conferencias del Nobel de Fisiología/Medicina, es profundamente interesante tener en cuenta que las plantas que se han utilizado como remedios tradicionales chinos durante miles de años pueden conducir a medicamentos modernos eficaces.
