La palabra MACROBIÓTICA proviene del griego. Macro=grande, Bios=vida. Lo que significa larga y gran vida. Es un modo de vivir y de pensar, con respeto y convivencia armónica con el resto de seres vivos, el medio y la naturaleza. Ha sido practicada durante miles de años alrededor de todo el planeta. Proviene de la comprensión intuitiva del orden natural. Es un gran ejercicio de autoconocimiento, que nos ayuda a comprender cuál es nuestra naturaleza.
El año 1796, el médico alemán Christoph Wilghen Hufeland escribió un tratado sobre la salud, donde preconizaba una vida sana basada en una buena alimentación, titulado «Makrobiotik, oder die Kunst das menschliche Leben zu verlängern» («Macrobiótica, o el arte de prolongar la vida humana»). El japonés George Ohsawa (1893-1966) adoptó esta denominación a partir del año 1938 con el fin de occidentalizar el nombre de su enseñanza, que en el Japón se llamaba simplemente «Principio Único».
Por su parte, en Oriente tradicionalmente siempre se ha relacionado la alimentación con la espiritualidad y con la salud (tanto personal como social).
La Macrobiótica es una manera de comer basada en la energía de los alimentos, que busca el equilibrio físico y emocional a través de la nutrición. No una dieta a la que recurrir cuando queremos adelgazar y llega el verano, o un tipo de comida que se ha puesto de moda. Es una forma de alimentarse y mantener un estilo de vida saludable. Por lo tanto, hablar de dieta macrobiótica no es muy apropiado.
Uno de los aspectos más importantes de la macrobiótica es la comprensión del YIN y YANG. Son dos fuerzas antagónicas y complementarias. Todo tiene su parte contraria, día y noche, juventud y vejez, vida y muerte… Todo en el universo tiene un aspecto YIN y YANG, las personas, los animales, los árboles… Nada es completamente YIN o YANG. Los seres que están en armonía se encuentran en equilibrio de estas dos fuerzas.
Yin Yang en los alimentos
En macrobiótica se considera que los alimentos además de estar compuestos por nutrientes, tienen una energía Yin y Yang. Los utilizaremos dependiendo de nuestra condición (hay momentos en que podemos estar más YIN o más YANG), y el momento en el que los vayamos a consumir según en qué estación (de esto hablaremos más adelante). Para saber si un alimento tiene tendencia Yin o Yang, tendremos que observar varios factores, teniendo en cuenta que ningún alimento es extremo en su totalidad.
También tendremos en cuenta que, desde la Medicina Tradicional China, hay unos órganos específicos del cuerpo que se activan más en cada estación del año y que es necesario nutrir.
Para ello también se utilizan alimentos que nutren estos órganos y que utilizaremos en el menú estacional. Para montar el plato macrobiótico tendremos en cuenta las proporciones estándar que recomienda la macrobiótica, aunque adaptaremos estos porcentajes al tipo de ejercicio, constitución de la persona, etc…
Pero la Macrobiótica no es solo una forma de alimentarse, es adoptar una alimentación adecuada y consciente. Es la observación del orden del Universo, su comprensión y aplicación en la vida.
Es una forma de vida en la que podemos desarrollar nuestro potencial como humanos, basada en el respeto y convivencia armónica con el medio, la naturaleza y los otros seres vivos y acompañada de hábitos de vida saludables como el ejercicio físico, la meditación y el contacto con la naturaleza. También nos sirve como ejercicio de autoconocimiento ya que nos proporciona herramientas a través de la observación y la práctica, que nos permiten vivir lo mejor de nosotros mismos y enfocarnos a nuestros objetivos.