La Medicina Tradicional China (MTC) no diagnostica enfermedades igual que la medicina occidental. En lugar de enfocarse solo en síntomas aislados, busca patrones de desequilibrio energético llamados síndromes o síndromes de desarmonía.
Estos síndromes reflejan cómo fluye la energía (Qi), la sangre (Xue) y los líquidos corporales en nuestro organismo. Entenderlos permite personalizar tratamientos y hábitos específicos para restaurar equilibrio y bienestar.
En este artículo descubrirás los síndromes más comunes según la MTC, sus señales y cómo pequeñas estrategias de alimentación, hábitos y fitoterapia pueden ayudarte.
¿Qué es un síndrome en MTC?
En MTC, un síndrome no es una enfermedad concreta, sino un patrón de desequilibrio que puede manifestarse en distintos síntomas:
- Fatiga constante.
- Dolor recurrente.
- Cambios digestivos.
- Alteraciones del sueño.
- Cambios emocionales.
El diagnóstico se realiza observando la lengua, tomando el pulso y valorando hábitos, emociones y estilo de vida. Cada patrón indica qué órganos o energías están desequilibradas.
Síndromes más comunes
1. Síndrome de Deficiencia de Qi
- Qué significa: el cuerpo no tiene suficiente energía vital.
- Síntomas frecuentes: cansancio, falta de apetito, sudoración espontánea, respiración débil.
- Cómo ayudar:
- Alimentación tibia y nutritiva (arroz, avena, sopas).
- Fórmulas herbales tonificantes del bazo y pulmón.
- Ejercicio suave como caminar o Qi Gong.
2. Síndrome de Estancamiento de Qi
- Qué significa: la energía está bloqueada y no fluye correctamente.
- Síntomas frecuentes: irritabilidad, hinchazón abdominal, sensación de opresión, cambios de humor.
- Cómo ayudar:
- Masajes o acupuntura para desbloquear canales.
- Dieta equilibrada, evitando alimentos demasiado fríos o grasos.
- Ejercicios de respiración y movimiento consciente.
3. Síndrome de Deficiencia de Sangre (Xue)
- Qué significa: insuficiencia de sangre para nutrir órganos y tejidos.
- Síntomas frecuentes: palidez, mareos, uñas frágiles, sueño ligero, ansiedad.
- Cómo ayudar:
- Alimentos ricos en hierro y nutrientes: remolacha, dátiles rojos, espinaca.
- Fórmulas herbales que tonifican sangre como Dang Gui (angélica china).
- Dormir lo suficiente y reducir estrés.
4. Síndrome de Calor o Fuego
- Qué significa: exceso de energía que genera inflamación o irritabilidad.
- Síntomas frecuentes: enrojecimiento, sequedad, insomnio, acné, sensación de calor interno.
- Cómo ayudar:
- Infusiones refrescantes como menta o crisantemo.
- Dieta ligera con verduras frescas y frutas jugosas.
- Técnicas de relajación y respiración profunda.
5. Síndrome de Humedad
- Qué significa: acumulación de líquidos o energía pesada que ralentiza el organismo.
- Síntomas frecuentes: sensación de pesadez, retención de líquidos, digestión lenta, cansancio.
- Cómo ayudar:
- Evitar alimentos muy grasos o ultraprocesados.
- Beber infusiones que ayuden a movilizar líquidos (té de jengibre o cáscara de mandarina).
- Movimiento físico suave y constante para activar circulación.
Cómo detectar tu patrón y actuar
Aunque estos síndromes son generales, cada persona es única. La MTC recomienda:
- Observar hábitos diarios, sueño, digestión y emociones.
- Consultar con un profesional para identificar tu patrón específico.
- Aplicar cambios en alimentación, rutinas y hábitos de autocuidado según el patrón identificado.
- Complementar con fitoterapia o acupuntura según necesidad.
Los 20 Síndromes Esenciales en Medicina Biológica
Nuestro fundador Félix D. Irigoyen, en su profunda investigación de la Medicina Tradicional China, estudió estos síndromes de la MTC, los «tradujo» a términos de medicina occidental y además los resumió en 20 síndromes para los que desarrolló 20 fórmulas de Fitoterapia propias para su reequilibrio, BASES GENERALES.
Conclusión
Conocer los síndromes de la MTC es una herramienta poderosa para entender tu cuerpo más allá de los síntomas aislados. Te permite actuar de manera preventiva y personalizada, adoptando hábitos, alimentación y remedios naturales que restauren equilibrio y bienestar.
👉 La MTC nos invita a escuchar nuestro cuerpo, reconocer desequilibrios y acompañarlos con cuidado consciente, logrando una salud más completa y duradera.
